“A diferencia del lenguaje hablado o escrito, cuyas leyes gramaticales están mas o menos establecidas, el lenguaje visual carece de leyes obvias” (Wong, Wucius, “Fundamentos del diseño”, ed. Gustavo Gili, México, 2001)
Las tendencias, estilos visuales, técnicas y teorías de comunicación entre otras, son vanguardias constantes, producto de determinados contextos, necesidades, experimentaciones e investigaciones.
Como Diseñadora Gráfica, considero la investigación como una herramienta crucial para la producción de soluciones a necesidades, tomando en cuenta que el punto principal es la funcionalidad (refiriéndonos al éxito como respuesta esperada). De allí que nos consideren en ciertos círculos como las prostitutas del arte u otros calificativos excluyentes del trabajo artístico, ya que se trabaja “por encargo”, “para alguien” y “para gustar” o en otras palabras vender; lo cual en muchas ocasiones deviene en la destrucción (por así llamarlo) o el cambio total de la obra original al gusto del cliente (lo cual me permito decir que no es exclusivo del Diseño Gráfico). Por esto me gustaría mencionar (aunque éste no sea el tema principal del ensayo) que la habilidad de vender y convencer es lo que rescata el verdadero arte del Diseñador Gráfico.
Pero hablábamos de la investigación como herramienta para el desarrollo de soluciones gráficas a diferentes problemas o necesidades de comunicación, ya sean comerciales o meramente expresivas.
“El pensamiento del poeta debe ser generalmente la tonalidad y cadencia, de la misma manera que en el artista el pensamiento es color, forma e imagen. En ambos casos, la disciplina de la formulación es inseparable de la propia disciplina del pensamiento”. (Shahn, Ben, “The Shape of Content”, Cambridge: Harvard University Press, 1957)
La formulación de un pensamiento visual comprende una serie de aprendizajes adquiridos por medio de la vista y combinados con experiencia, contexto, conocimientos previos y cultura; lo cual refiere a una investigación inconsciente que es generada a lo largo de nuestra vida. (Banco de imágenes infinito).
Poniendo este plano inconsciente en el consciente, podemos darnos cuenta de que al aumentar los conocimientos sobre una materia determinada y realizando actividad intelectual y experimental con el fin de crear alguna idea o concepto, estamos haciendo uso de la investigación.
Me enfoco al Diseño Gráfico ya que es el área que domino y no quisiera generar malos entendidos con mi opinión personal, pero puedo entender que cualquier metodología, como por ejemplo la de Bruno Munari en la que se hace un trabajo de investigación para llegar a una solución, puede ser aplicada a las artes visuales (así como a muchas cosas de la vida).
- Definición del Problema
- Elementos del Problema
- Recopilación de Datos (¿Hay alguien que lo haya hecho antes?)
- Análisis de Datos
- Creatividad
- Materiales – Tecnología
- Experimentación, pruebas, ensayos
- Modelos (muestra definitiva)
- Verificación
- Bocetos
- Solución
Quiero decir con esto que al final la necesidad (sea de cualquier tipo) lleva a preguntas que nos llevan a la observación o investigación, seguido de la experimentación, abriendo así las posibilidades de conocimiento.
En pocas palabras, la vida misma funciona como un gran método de prueba y error en el cual existen diferentes fines dependiendo de los intereses particulares con su respectiva investigación de previos y causas que generan un conocimiento ramificado interminable.
“El arte es un proceso de conocimiento, su construcción no puede ser un procedimiento lineal y no es posible limitarlo; supone reapropiarse elementos teóricos mediante los cuales experimentamos con un fragmento de nuestra realidad, que mediante el proceso creativo va tomando mas profundidad y complejidad. Es así como el desafío de los artistas investigadores es fusionar teoría y praxis en dinámicas mediante las cuales se redefine la teoría al tomar nuevos contenidos en función de la labor artística”.
(Emiliano Villarreal)
(http://artistasinvestigadores.blogspot.com/2007/01/cmopodemos-aproximarnos-la.html)
En conclusión, la investigación en las artes y el diseño no debe limitarse a teorías de antaño o a obras ya realizadas, si no que debe nutrirse además, de todo lo que nos rodea ya que muchas veces el material más interesante se encuentra en lugares o personas inesperadas.
